Robert Dorsey no es chino, pero conduce 25 millas todas las mañanas desde El Cajon hasta Point Loma para que sus dos hijas puedan aprender a hablar, leer y escribir en mandarín. "En mi cultura, es inglés, ebonics y quizás un poco de español", indicó Dorsey, que es afroamericano. "Hace diez años, mi esposa estaba en la universidad y su profesor le dijo que era importante aprender chino. Quiero darles a mis hijos una pequeña ventaja en la vida".
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