Anoche (6 de marzo de 2012), la Mesa Directiva de Educación tomó la muy difícil decisión de aprobar la expedición de avisos preliminares de despido para más de 1,600 miembros de nuestro personal certificado. La Mesa Directiva actuó con un voto unánime comprendiendo que era un paso necesario para cumplir con la obligación estatal de la fecha límite del 15 de marzo para los avisos de despido y el balance presupuestal para el 2012/13.
Para los maestros, consejeros, enfermeros y otros miembros del personal certificado que pronto recibirán avisos, ésta será una dolorosa experiencia con la continua incertidumbre sobre el futuro. Durante este tiempo, debemos ser compasivos, solidarios y comprensivos unos con otros. Por mi parte, estoy dedicado a hacer todo lo posible para abogar por un mejor presupuesto estatal y por estrategias viables para salvaguardar a los estudiantes y al personal.
Este desorden presupuestal anual es desafortunado e inaceptable. Los distritos se ven forzados a expedir avisos basados en las proyecciones del peor escenario posible. Reconocemos que muchos de estos avisos serán rescindidos en función de nueva información que habrá en los meses siguientes. Pero existe una nueva realidad. Este año es diferente a los anteriores cuando la mayoría o todos los avisos eran al final rescindidos. El gobernador ha basado su presupuesto para la educación en la aprobación de una propuesta en la boleta electoral de noviembre de 2012, lo que resulta muy tarde para la planeación del siguiente ciclo escolar. El número de despidos reales cambiará, pero tristemente, al final, pensamos que más de 1,000 empleados permanecerán despedidos y no regresarán a sus puestos… a menos que podamos lograr un sacrificio colaborativo.
Nuestro distrito está en una encrucijada y tenemos dos caminos frente a nosotros, como se observa en este diagrama: chart<http://www.sandi.net/Page/35310>. Podemos balancear nuestro presupuesto con despidos, o podemos negociar concesiones para reducir los despidos. Todos sabemos que una reducción de personal de esta magnitud perjudicará a los programas educativos en nuestro distrito. También sabemos que las concesiones crean una carga financiera para todos los empleados. Atrapados en esta situación sin salida, debemos confrontar los hechos desalentadores de esta crisis presupuestaria. Nuestra realidad es que los ingresos que recibimos para operar el distrito son mucho menores que nuestros costos actuales de operación.
Mientras que las concesiones solicitadas a los empleados constituirían un sacrificio significativo, es la única opción práctica. No podemos gastar dinero que el estado no nos da. Nuestros sindicatos han sido invitados a inspeccionar el presupuesto del distrito con expertos financieros externos para validar la precisión de las cifras. Compartir la información en forma transparente y continua confirmará el grave predicamento al que se enfrenta el distrito y esperamos facilitará un acuerdo que sacará de esta crisis a nuestras escuelas.
Gracias, de nuevo, por su dedicación a nuestros estudiantes. Somos un equipo y al trabajar colectiva y colaborativamente, saldremos adelante en uno de los peores periodos de la educación pública de California.
Bill Kowba