Alexis se perdio casi todo el kinder llorando. El primer grado en la Primaria Edison mejoró. Se colgaba de las rejas de la escuela o salía corriendo del salón. Sus padres nerviosos, reclutaron a un policía para que dijera a Alex que la escuela es obligatoria. Nada funcionó.
La pérdida de tantas clases bajo mucho sus calificaciones. Le tomó a su mamá y a sus maestros hacerle muchas zalamerías y darle premios para convencer a Alexis, que ahora tiene 8 años, para que entrara al aula, lentamente se fue haciendo a la idea. Ahora reclama sus libros y se acicala en el espejo cada mañana antes de ir a la escuela. Lea más de Voice of San Diego En Inglés